Impresos Antiguos

CERVANTES EN LA COLECCIÓN DE IMPRESOS ANTIGUOS

Impresos Antiguos

CERVANTES EN LA COLECCIÓN DE IMPRESOS ANTIGUOS

​Dentro de los cerca de 15.000 ejemplares pertenecientes a las dos colecciones principales de impresos que contienen obras de Cervantes y sobre el autor y que pueden consultarse en la Sala Cervantes de la Biblioteca Nacional de España –la colección cervantina formada desde los comienzos de la Biblioteca hasta la actualidad y la colección del cervantista Juan Sedó Peris-Mencheta– se encuentran las ediciones más importantes de las obras cervantinas publicadas entre 1595 y 1830. Estas obras son fruto de la producción de la imprenta manual y están incluidas en el fondo más amplio de impresos antiguos o “raros” que se conserva en la Biblioteca.
Nuestra colección cervantina, una de las más importantes del mundo, está representada por las ediciones prínceps de las obras de Cervantes, comenzando por la Galatea (1585) y continuando por la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605), las Novelas Ejemplares (1613), el Viaje del Parnaso (1614), la segunda parte de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615), las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos (1615) y los Trabajos de Persiles y Sigismunda (1617, póstuma), además de las piezas teatrales publicadas posteriormente, en el siglo XVIII: El trato de Argel y la Numancia (1784).

Asimismo, las ediciones posteriores cuentan con ejemplares que permiten trazar la historia editorial de la obra del escritor y la propia historia de la imprenta: las de la primera parte del Quijote en el mismo año de su publicación en Lisboa, Valencia y en la propia imprenta de Juan de la Cuesta; las demás del siglo XVII (entre las que se encuentran la primera ilustrada en español, impresa en Bruselas en 1662, o la primera ilustrada en España, impresa en Madrid en 1674 y las ediciones posteriores de la segunda parte hasta llegar a la publicación conjunta de las dos partes en Barcelona en 1617); las que representaron en el siglo XVIII un hito en la historia editorial, como la de Tonson en 1738 –en la que Mayáns i Siscar incluyó la considerada como primera biografía de Cervantes–, la de la Real Academia Española impresa por Ibarra en 1780 o las de Gabriel de Sancha en 1797-98 y 1798-1800, con las notas de Juan Antonio Pellicer.   

Igualmente puede accederse a la producción editorial del resto de las obras, que se reeditaron principalmente en el siglo XVIII: la Galatea (1784), las Novelas Ejemplares, publicadas conjuntamente a partir de 1722 o por separado o la menos editada Viaje del Parnaso, que en el siglo XIX se incluirá en la edición de García de Arrieta, entre otras. A este mismo autor se deben las primeras Obras escogidas (1826), a las que siguió la recopilación de los sucesores de Catalina Piñuela (Obras escogidas, 1829). En ambas se recogen, además, poesías sueltas del autor.

La obra de Cervantes tuvo una amplia difusión en el extranjero. Si la Galatea se introdujo en Europa a través de la versión de Florián o las Novelas Ejemplares se tradujeron al inglés, francés y alemán, el caso del Quijote fue realmente espectacular, traduciéndose muy pronto al inglés y al francés, en 1612 por Thomas Shelton y en 1614 por Cesar Oudin, respectivamente. A estas les siguieron las traducciones de Franciosini al italiano en 1622 y al alemán por Pahsh Bastel von der Sohle en 1648. Se da la circunstancia de que la primera traducción al neerlandés, de Lambert van den Bos en 1657, es la primera que contiene las representaciones gráficas de los personajes en láminas que se reproducirán posteriormente y que son anteriores a las primeras ilustradas en español.
La riqueza de la colección cervantina es enorme en este sentido y abarca todas las traducciones de esta época de la imprenta manual y de épocas posteriores, hasta la actualidad: alrededor de cincuenta lenguas están representadas en ella, desde las europeas hasta las más exóticas o lejanas. Puede accederse a todas las traducciones en el portal Quijotes de la Biblioteca Nacional de España.