Cartografía

Cervantes y la cartografía

Cartografía

Cervantes y la cartografía

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, considerada la obra más importante de la literatura española, impresa en Madrid en 1605 alcanza un gran éxito, ya desde su publicación, extendiéndose rápidamente por toda Europa, si bien en este primer momento la obra carece de ilustraciones o bien son muy sencillas, tenemos que ver avanzar el siglo XVII para encontrar ediciones ilustradas en varios países de Europa (Francia, Holanda, etc.). En España, sin embargo, no será hasta finales del siglo XVIII, concretamente en el año 1780, cuando aparece una edición ilustrada publicada por la Real Academia Española, además del primer mapa realizado por el cartógrafo español Tomás López, en donde se va a detallar la ruta seguida por don Quijote a través de la geografía española.
 
Con esta muestra cartográfica veremos los diversos mapas incluidos en las distintas ediciones de la obra así como la localización y descripción de los lugares frecuentados por don Quijote, consiguiendo con ello no solo hacer un recorrido junto con él por las ciudades, pueblos y caminos de España, si no también, analizar la evolución de la cartografía a lo largo de las ediciones de la obra. Una cartografía caracterizada en algunas obras por su rareza, en otras por su curiosidad y en la mayoría de ellas por su gran detalle y valor cartográfico, y, además una cartografía donde queda reflejada la situación política y el contexto histórico de España en ese momento.

El siglo XVIII verá un importante florecimiento de la obra de Cervantes que se prolongará a lo largo de los siglos XIX y XX con la publicación de nuevas ediciones, donde se incluirán los mapas con la ruta seguida por don Quijote, teniendo siempre como base dos mapas: el mapa dibujado por Tomás López de 1780 impreso en Madrid por Joaquín Ibarra y el mapa basado en las investigaciones de Juan Antonio Pellicer de 1798 impreso en Madrid por Gabriel de Sancha. Además también merecen especial mención, la edición de 1822 por la técnica en la representación del relieve, la edición en miniatura de 1827 impresa por Didot en París, o la edición de 1947 impresa por Joaquín Gil en Buenos Aires, si bien el mapa representado en esta edición es una reproducción del que realizó Tomás López, su importancia radica en los grabados realizados por Gustavo Doré.

Con esta colección cartográfica cervantina conseguimos abrir las puertas a estudiosos e investigadores tanto de la obra de Cervantes como de la cartografía de la época de El Quijote.