Existe una presencia insistente de Cervantes y su obra en el lenguaje comercial y en el mundo de la publicidad. Así, encontramos el retrato del escritor cuya imagen apenas varía, en los impresos efímeros que cumplen su papel como reclamo publicitario y que invitan al consumo de muy distintos productos: tarjetas de productos comerciales, como la caricatura empleada en la publicidad del medicamento Passiflorine, el retrato de Don Miguel en una etiqueta de un librito de papel de fumar “Papel Cervantes de Jaramago” e incluso en la etiqueta que nos invita a visitar el Hotel Cervantes de Valdepeñas de Ciudad Real.
Respecto a las escenas de su obra, Don Quijote de la Mancha, que se han utilizado por parte de fabricantes de productos, la tipología de soportes se multiplica: calendarios de bolsillo y murales, cromos o tarjetas postales. Su objetivo era hacer más seductor el producto o establecimiento y alcanzar, por tanto, un volumen más alto de ventas. Esto se obtenía gracias, en parte, a sus vistosos colores aplicados desde el último cuarto del siglo XIX mediante la técnica cromolitográfica.
Otros ejemplos hacen referencia a la existencia de una clara intención divulgativa de la obra de Cervantes. Este es el caso, además de las colecciones de cromos, del Álbum para coleccionar las envolturas de los caramelos del Quijote de la Casa Matías López de 1900 o del álbum de cajas de cerillas editada por la Compañía Arrendataria de Fósforos y Cerillas Serie Extraordinaria. Algo sobre el Quijote. La publicación de este tipo de álbumes refleja la utilización por parte de algunas empresas españolas de la imagen del hidalgo más universal con una clara intención didáctica y de divulgación.
La colección de Ephemera cuenta también con tres excelentes ejemplos de creaciones de juegos sobre papel destinados al más puro entretenimiento, como las magníficas colecciones de naipes, con la baraja “Don Quijote” ilustrada por E. Pastor, los entretenidos recortables con los personajes de Mariquita Dulcinea y Sanchico Panza y los espectaculares teatros de papel de los que destaca la obra editada por C.B Nualart Sancho Panza Gobernador. Estos juegos de gran valor educativo contaron con una gran aceptación entre el público infantil y eran elaborados en muchos casos con calidad e imaginación por las más importantes editoriales españolas especializadas en su producción durante las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del XX.
En la colección de Ephemera de la Biblioteca Nacional de España están muy bien representados todos los impresos mencionados. En todos ellos se pueden ver ilustraciones sobre Cervantes, escenas sobre su vida o figuraciones de los personajes de sus obras, especialmente Don Quijote de la Mancha, aportadas por artistas de distintas épocas que han ilustrado e interpretado sus narraciones y que nos han proporcionado un repertorio de imágenes en soportes diferentes a los tradicionales, pero que se han incorporado igualmente a nuestro patrimonio visual cotidiano.
Otros ejemplos hacen referencia a la existencia de una clara intención divulgativa de la obra de Cervantes. Este es el caso, además de las colecciones de cromos, del Álbum para coleccionar las envolturas de los caramelos del Quijote de la Casa Matías López de 1900 o del álbum de cajas de cerillas editada por la Compañía Arrendataria de Fósforos y Cerillas Serie Extraordinaria. Algo sobre el Quijote. La publicación de este tipo de álbumes refleja la utilización por parte de algunas empresas españolas de la imagen del hidalgo más universal con una clara intención didáctica y de divulgación.
La colección de Ephemera cuenta también con tres excelentes ejemplos de creaciones de juegos sobre papel destinados al más puro entretenimiento, como las magníficas colecciones de naipes, con la baraja “Don Quijote” ilustrada por E. Pastor, los entretenidos recortables con los personajes de Mariquita Dulcinea y Sanchico Panza y los espectaculares teatros de papel de los que destaca la obra editada por C.B Nualart Sancho Panza Gobernador. Estos juegos de gran valor educativo contaron con una gran aceptación entre el público infantil y eran elaborados en muchos casos con calidad e imaginación por las más importantes editoriales españolas especializadas en su producción durante las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del XX.
En la colección de Ephemera de la Biblioteca Nacional de España están muy bien representados todos los impresos mencionados. En todos ellos se pueden ver ilustraciones sobre Cervantes, escenas sobre su vida o figuraciones de los personajes de sus obras, especialmente Don Quijote de la Mancha, aportadas por artistas de distintas épocas que han ilustrado e interpretado sus narraciones y que nos han proporcionado un repertorio de imágenes en soportes diferentes a los tradicionales, pero que se han incorporado igualmente a nuestro patrimonio visual cotidiano.